Una vez acicalados debidamente, después de nuestra duchita reparadora, nuestro aroma a gel de frutas, hace presagiar una buena noche…subimos a nuestra camita, pero notamos una ligera inclinación…¡vaya! no había caído, pensaba que el asfalto estaba más recto- ¡claro! ahora entiendo por qué no tragaba bien el desagüe de la ducha, y se me salía…